Empezaremos por mencionar la trova, esa que nació en el siglo XIX y que tuvo en Santiago de Cuba su lugar cimero. La trova y su creador Pepe Sánchez abrieron el camino para reconocidos artistas del género como: Sindo Garay, el trío los Compadres, Alberto Villalón y Rosendo Ruiz, quienes hicieron de la capital del Caribe, sitio de referencia y de visita para aquellos que desde lejos comenzaron a apreciar nuestras canciones.
¿Quién puede olvidarse de nuestra Guantanamera, cuyo autor es Joseíto Fernández y que ha recorrido el mundo en diversos formatos?
Pero la región central de la isla no se queda rezagada si mencionamos nombres emblemáticos como el de Benny Moré, la Orquesta Aragón y el trovador Manuel Corona entre otros.
Matanzas es la ciudad por excelencia del danzón y La Habana es tierra del feeling, del cha, cha, chá y de artistas como el emblemático Roberto Faz, sin olvidar en el barrio de Guanabacoa a Rita Montaner y al gran Bola de Nieve.
Dos nuevos artistas de la trova, salieron a conquistar la palestra internacional en el siglo que culminó: El Guajiro Natural y Compay Segundo. El Guajiro provenía de lo más occidental de la isla, Pinar del Río y Compay Segundo del extremo oriental. Estas dos luminarias estremecieron diferentes salones para decir: de San Antonio a Maisí "Somos la Isla de la Música, Somos la Canción que Canta."
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