6 de mayo de 2011

MUSEO DEL FALO EN ISLANDIA RECIBE FINALMENTE UNA MUESTRA HUMANA



Durante toda su vida, a Pall Arason le gustaba llamar la atención y ahora, tras su muerte, parece haberlo conseguido, ya que el pene de este islandés, que murió a los 95 años, ha sido conservado en formol y constituye una de las atracciones principales del museo más extraño de Islandia.

Sigurdur Hjartarson, quien administra el Museo del Falo en el pequeño pueblo islandés de Husavik, dijo que el miembro sexual de Arason contribuirá a la inusual colección de penes de focas, osos, ballenas y otros mamíferos que atesora dicho museo.

Varios hombres habían prometido que donarían sus penes al museo, entre ellos un británico, un estadounidense y un alemán, pero Arason ha sido la primera donación satisfactoria, según Hjartarson.

“Llevaba 15 años esperando por este individuo”, dijo Hjartarson a la agencia Associated Press en una breve entrevista telefónica.

El museo de Hjartarson comenzó en Reykjavik, capital de Islandia, pero luego fue trasladado a Husavik, una pequeña comunidad de pescadores que constituye un punto de atracción turística para quienes disfrutan contemplando a las ballenas en su estado salvaje. El Museo del Falo es un elemento clave en la industria turística de esa región, ya que atrae a miles de visitantes todos los veranos.

La colección del museo incluye el pene de una ballena que mide 67 pulgadas, el cual ha sido conservado en formol. También hay pantallas para lámparas hechas con piel de testículos de toro y lo que los curadores del museo han descrito como un “inusualmente grande” pene de una morsa canadiense.


Hjartarson, de 69 años, explicó que su interés en la “falología” comenzó cuando era un joven campesino en Islandia, ya que le entregaron un látigo hecho con el pene de un toro para que pastoreara el ganado. Posteriormente, cuando comenzó a trabajar en una escuela cerca de una estación ballenera, sus colegas le trajeron de regalo varios penes de ballenas.

“Así comenzó todo. Abrí este museo hace 15 años con 62 muestras”, dijo Hjartarson.
Ahora, con el miembro de Arason, el museo contará con 276 muestras, muchas de las cuales han sido conservadas en formol o disecadas para ser exhibidas en las paredes.

Fotos divulgadas en la página cibernética del museo (www.phallus.is) muestran un ejército de penes blanquecinos y fantasmales conservados en frascos, grandes cilindros y tanques de cristal. También hay esculturas, moldes y otros artículos de artesanía vinculados al pene. En el exterior del museo hay un tronco de árbol que ha sido esculpido para lograr la forma de un gran falo erecto.

La mayor parte de las muestras son donaciones de amistades y de partidarios de este tipo de exhibiciones. Los donantes han sido listados en la página cibernética del museo como “miembros honorarios”.
Según Hjartarson, Arason era un empleado del sector turístico en Islandia que falleció el 5 de enero en el pueblo de Akureyri.

Thorvaldur Ingvarsson, director médico del Hospital de Akureyri, no especificó la causa de muerte de Arason, pero dijo que su miembro fue extirpado bajo la supervisión de otros médicos.

El falo de Arason se exhibió por primera vez la semana pasada, según Hjartarson, quien considera que no hay nada malo en que un hombre quiera donar su pene para que se exhiba al público.
“Hay gente que dona ciertos órganos cuando muere”, expresó Hjartarson. “Donar el pene es como donar un riñón”.

Hjartarson añadió que el acto de donar su pene se ajusta muy bien a la personalidad de Arason.
“A él le gustaba destacarse. Era un tipo simpático y fanfarrón que le gustaba provocar”, dijo Hjartarson.

Sin embargo, cuando le preguntaron la medida del pene de Arason, el director del museo contestó:  “Eso no puedo decírtelo, tienes que venir a verlo por ti mismo”.

Fuente: (AP) Londres

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