28 de junio de 2010

Sesenta pianos pueblan las calles de Nueva York

ARTE CALLEJERO: La iniciativa forma parte de las actividades de "Make Music New York", un festival que se celebra en cada solsticio de verano en la Gran Manzana con una oferta de más de mil actuaciones musicales gratuitas por toda la ciudad.


La iniciativa, impulsada de forma conjunta por el Ayuntamiento de Nueva York y la organización benéfica Sing for Hope, consiste en repartir pianos por algunos de los lugares más emblemáticos de Nueva York y ponerlos a disposición de cualquiera que quiera mostrar su talento con las teclas, con independencia de sus conocimientos musicales.

Sesenta pianos fueron instalados hoy en las calles de Nueva York como parte de una iniciativa bautizada "Tócame, soy tuyo", que invita a los transeúntes a utilizarlos libremente y compartir su amor por la música con el resto de la ciudad.

El pistoletazo de salida se dio hoy en la conocida plaza de Times Square, con la actuación de voluntarios de Sing for Hope, que deleitaron a turistas y locales cantando el clásico de "Somebody to love", de la banda británica Queen, y el tema "I love the piano" del compositor estadounidense Irving Berlin.

Esta instalación musical fue realizada por primera vez por el artista británico Luke Jerram, quien en 2008 colocó en Londres numerosos pianos y desde entonces ha paseado la iniciativa por ciudades como Barcelona, Sydney, Sao Paulo y Bristol.

Jerram aseguró hoy que la idea surgió al ver que las personas que acudían a la lavandería de su barrio no se hablaban entre ellas y decidió instalar allí un piano que sirviera como catalizador para que empezaran a comunicarse.

El artista manifestó que siente curiosidad por ver "cómo resulta el proyecto en Nueva York", una ciudad con "mucho talento".

Para Jerram, la iniciativa sirve para que los ciudadanos reflexionen acerca de la propiedad del espacio público y ofrece "la oportunidad de que tomen posesión de él".

La co-directora de Sing for Hope y cantante de ópera, Camila Zamora, aseguró hoy que la iniciativa nace del deseo de la organización de que "todo el mundo tenga una experiencia creativa", puesto que "el arte es parte de la vida".

Según Zamora, el proyecto se adecúa perfectamente a la labor de la organización que dirige y que se dedica a facilitar la organización de actividades artísticas en escuelas de los barrios más marginados de Nueva York y que carecen de programas musicales.

Los instrumentos, que han sido decorados por artistas locales, estudiantes y voluntarios, quedaron hoy a disposición de los aprendices de pianista de la ciudad, que los podrán tocar en lugares tan singulares como Central Park, el Puente de Brooklyn o la terminal del transbordador que une Manhattan con Staten Island.

"Me parece genial encontrar un piano en la calle, que te puedas sentar a hacer lo que te gusta y la gente te escuche en un foro tan distinto como es en mitad de la calle",dijo Carlos Mainero, un joven de 28 años residente en Nueva York que se atrevió con el tema principal de "El fantasma de la ópera" en un piano colocado en pleno distrito teatral de Manhattan.

La iniciativa forma parte de las actividades de "Make Music New York", un festival que se celebra en cada solsticio de verano en la Gran Manzana con una oferta de más de mil actuaciones musicales gratuitas por toda la ciudad.

Residentes y turistas podrán disfrutar de esta instalación hasta el próximo el 5 de julio y ejercitar sus dedos todos los días desde las nueve de la mañana hasta las diez de la noche.

Una vez finalizado el proyecto, la organización Sing for Hope, donará los pianos a colegios y hospitales de la ciudad de Nueva York.

Fuente: EFE / 21/06/2010 Publicado por Revista Ñ El Clarín Argentina

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