El título
pertenece a la letra de un tango muy antiguo pero menos antiguo que el gusto de
fumar tabacos, habanos o puros, que supera miles de años de existencia y que es
parte de la identidad de los nacidos en la isla de Cuba, tierra que le dio prestigio
y distinción legendaria.
El tabaco cubano:

Con más de 30 marcas y 700 vitolas, Cuba satisface los
gustos de los más exigentes fumadores que aprecian su origen por encima de
otros. Si bien el tabaco de mayor prestigio es el cubano, existen otros países
productores de puros y cigarros como República Dominicana, Islas Canarias y
México, que han también han alcanzado popularidad.
Los cigarros de hojas de tabaco se diferencian a partir de
factores como: tamaño, composición (distintos tipos de tabacos) origen y tipo
de elaboración que puede ser manual o mecánica, esta última de menor calidad
que los torcidos a manos. Asimismo, su clasificación depende de su tamaño,
diámetro o grosor. Se llama “Vitolario” a las medidas elaboradas en Cuba desde
el siglo XIX, época en que las primeras
marcas alcanzaron fama y prestigio mundial.
Muchas de las características más importantes en la fuma del
tabaco como el tiro, la combustibilidad y la fortaleza, se lo da su grosor que a
su vez se clasifica en: Calibre grueso (más de 18 mm de diámetro) Calibre
mediano (entre 16 y 18 mm de diámetro) y Calibre fino (menos de 16 mm de
diámetro).
Su aroma, color, aroma son verdaderas obra de arte que se
perciben en un tabaco de calidad superior. El cigarro está compuesto por los
tres tipos de tabaco que provienen de una misma planta: Ligero, que se extrae
de la corona de la planta, le otorga fortaleza y sabor. Seco, es la parte del
centro y le da el aroma, Volado, proveniente del pie de la planta le entrega
combustibilidad. Su finalidad para ser degustado se lo entrega el “torcido” que
es el enrollado de las hojas hasta convertirlo en cigarro. En el torcido
intervienen: la Tripa, que es el volumen más importante y ésta puede ser larga o
corta. El Capote, que es la primera hoja que sostiene la tripa, y por último la
Capa que es la terminación del cigarro.
Habanos son solamente los elaborados en Cuba, mientras que
los Puros son todos aquellos producidos en el resto del mundo.
“Habanos D.O.P. (Denominación de Origen Protegida): Término
legal que se reserva para calificar los puros mayores de 3 gramos, de calidad
tradicionalmente designados bajo al misma, fabricados en Cuba; conforme a las
normas de calidad establecidas por la industria tabacalera cubana, con
variedades de tabaco tipo negro cubano, cultivado en regiones específicas del
archipiélago cubano, también protegidas como denominaciones de origen.”
El tabaco es un producto que suma arte y deleite para los sentidos,
por ejemplo sus anillas son obras de artes muy valoradas por los
coleccionistas. Se cree que fueron introducidas en 1860 por Gustavo Bock, un
europeo que había llegado a La Habana para crear fortuna con los puros. Cuenta
la leyenda que la idea surgió con la intención de evitar que sus refinados
clientes al fumar se mancharan sus guantes blancos. Por su parte, las etiquetas
son decoraciones que se ponen a mano en las cajas de madera. Cuba fue la
primera en introducir la clásica caja de puros habilitada a mediados del siglo
XIX y hasta la actualidad sigue siendo la más conocida forma de envasar
habanos.
Desde sus inicios, la industria del tabaco en Cuba ocupó una
ventajosa plaza en el mercado mundial en virtud de la calidad de sus productos.
Gracias al grabado litográfico, la presentación de estos trascendió su función
puramente comercial para enriquecer el caudal de piezas artísticas creadas
durante el siglo XIX, hoy hermoso legado de esta etapa de la historia nacional.
Algunos consejos para disfrutar el arte de fumar un habano:
-Cuando elija un puro debe fijarse en su color debe ser
uniforme en todo el puro y la hoja de capa debe tener cierto brillo. No se
preocupe si el habano presenta alguna mancha de color verde o blanco, esto no
afecta su calidad.
-Tómelo entre sus manos y presione suavemente entre los
dedos gordo e índice para examinar su estado, debe estar firme, pero no duro.
-Compruebe y disfrute del aroma de unas hojas bien curadas,
aunque el sabor solo puede apreciarse al fumarse.
- Utilice en lo posible los cortadores especiales para
habanos. Evite perforar el puro con un fósforo o palillo, pues esto crea nudos
en la tripa del puro y dificulta la tirada.
- No trate de retirar la anilla que puede romper la capa.
-Utilice para encender su puro una llama que no tenga aroma,
ejemplo, encendedor de gas butano, lámina de cedro o fósforo de madera. No
emplear encendedores que su aroma pueda quedar en el habano: fósforo de cera,
velas o mecheros de gasolina.
-Poner la boquilla del puro a unos 90 grados de la llama,
girándolo para que encienda de manera uniforme.
- Siguiendo con el proceso de rotación, ponga el puro en sus
labios y mantenga la llama a un centímetro de la boquilla del puro, aspire para
que la llama llegue hasta el puro.
- Sople suavemente para comprobar que ha logrado una
encendida uniforme.
¿Cómo lograr una fumada de excelencia?
-Recuerde que no es un cigarrillo, por lo que no inhale.
Solo aspire de modo suave para que la boca se llene de humo y las papilas
gustativas logren deleitarse con el distinguido sabor.
-Si desea volver a encender un habano retire toda la ceniza
anterior. Se puede disfrutar a plenitud hasta las tres cuartas partes del
tamaño de un puro.
-Para eliminar la ceniza no golpee el habano contra el
cenicero, deje que ella caiga espontáneamente.
-Cuando termine de fumar un habano no lo aplaste, colóquelo
sobre el cenicero y se apagará solo.
Algunos famosos fumadores:
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